(LA VIOLENCIA DE GENERO VISTA A TRAVES DE LOS TIERNOS E INOCENTES OJOS DE UN NIÑO VALIENTE)
El niño regresó del colegio justo en el instante en el que su padre salía del domicilio. El padre parecía estar furioso y, como era un hombre muy violento, el niño le miró con temor.
El niño entro en la casa, dejó su cartera en cualquier sitio y, llamando a su madre sin encontrarla, entró en la cocina para merendar. Fue allí donde la encontro, Ella estaba tirada en el suelo, sollozando y con todo el rostro ensangrentado (evidentes sintomas de que había sido salvaje y brutalmente golpeada)
El niño corrió hacía ella y la abrazo cubriendo todo su cuerpo de besos y caricias.
- Mami, guapa, levántate - susurro el niño quedamente al oido de su madre entre besos - papi ya se fue.
Al ver que su madre no reaccionaba el niño onistió en sus besos, sus caricias y sus palabras de consuelo hacía ella.
- ¿Porque tienes sangre en la cara, mami?... ¿Sabes?; el otro día vi como papi te pegaba, como a mi cuando soy malo... ¿Que ha pasado, mami guapa?... ¿Es que tu también has sido mala con papi?. Tú me dijiste que me fuera a jugar; pero papi estaba muy enfadado y gritaba mucho, tú estabas llorando, yo me asuste y, por una rajita de la puerta, vi como papi te pegaba.
Madre e hijo abrazados rompieron a llorar
- Vamos, mami guapa - dijo el niño dando un beso a su madre y extendiendo sus brazos para ayudarla a incorporarse - que, como tú me dices cuando me hago pupa "Vamos a curarnos la pupita"; y no tengass miedo que, cuando venga papi, yo le voy a decir que me pegue a mí para que no te pegue a tí
NO A LA VIOLENCIA DE GENERO