Su padre es El Duende;
su madre una guitarra
cantando por Soleá;
ella camina por la calle
me enando sus caderas
al son de una seguidilla.
Tiene la noche en sus cabellos,
las estrellas en su mirada
y un rojo clavel por labios.
Morena de luna
tiene el corazón de sal
y el alma de verde olivo.
Allí por donde pasa
va rompiendo corazones
con sus ojos de lucero;
coleccionando amores
mientrás va tarareando
una ancestral buleria